Las fiestas del día de Reyes
Desde que recuerdo en mi casa la fiesta de reyes, era un
verdadero ritual de tenia al menos dos meses de preparación.
Mi Madre Doña Reyna Alicia Palma Chimal, preparaba con mucha
ilusión el día de su cumpleaños, recuerdo que nos llevaba a todos a buscar un
Guajolote, joven, flaco, con gran moco y papada. Para después engordarlo y estar
listo para el día de la víspera. En la Merced íbamos comprando los ingredientes
para el mole, todos los tipos de chiles, especias, granos o semillas de varios
tipos. Yo cargaba un costal de yute que serviría para meter el Güilo. Todos los
días limpiar el corralito improvisado, le dábamos toda clase de desperdicios de
las verduras y de las legumbres, su maíz y su mosco, atado de una pata para que
no caminara mucho y así engordaba más rápido. El día cuatro de enero a las seis
de la mañana ya tenía una tina con agua hirviendo, un bote para basura, un recipiente
para juntar la sangre. Omito el método de muerte del Pavo, porque en estos días
causaría escándalo innecesario. Después se procedía a desplumar, sin dejar nada
y sin lastimar la piel, inmediatamente se sacaban las vísceras se pelaban las
patas y ya en canal reposaba colgado para que su carne tuviese el tiempo para
que madurara la carne.
Seguía los preparativos del mole. Algunas personas ayudaban
con el fin de ver como lo preparaba y como disfrutaba. Le veíamos en su rostro como
imaginaba la cara de gusto de los comensales y ese era su mejor regalo.
El día cinco había que hacer algunos detalles y los Reyes
Magos, El día siguiente, muy temprano en una gran olla de peltre con todos
ingredientes iniciaba la cocción del guajolote debidamente cortado y dividido. En
una enorme cazuela y molido en el metate todo reunido se iba adicionando según
la receta. Al mismo tiempo en otra parte se cosían los Frijoles, El arroz y el
agua de tamarindo, Jamaica o de hojas de té limón. Para los adultos cerveza
Quijote o Victoria bien frías.
Una mesa con los manteles muy blancos, deshilados, adornados
con punto de cruz de motivos diferentes cada año. Nunca había invitados,
llegaba el que podía, tenía tiempo o no quería quedarse sin convivir con Reina,
como le decían sus hermanos, primos y parientes, ella decía que a los santos y
cumpleaños no se invita, uno llega y a veces lleva que compartir.
Ya como a las dos de la tarde empezaban a llegar y comenzaba
la chorcha como siempre decíamos nosotros, mi papá comenzaba con una copita de
Ron Potosí, o Madero XXXXX. Que gran ruido ahora mismo lo recuerdo, parecía una
olla de grillos todos felices, se iban sentando a la mesa conforme iban
llegando o cuando alguien se levantaba por ya había terminado. Algunos se
retiraban para regresar a su trabajo.
A las siete de la noche aproximadamente se iniciaba con la
rosa de reyes, no recuerdo si había pastel, creo que no. Si chocolate y mucha
alegría.
Doña Alicia recibió de alguien la receta del mole con
Guajolote, me supongo que en Xocotitlán, por mi abuelita Luchita, no lo sé. Pero
que Rico, Seguro que quienes vivieron estos bellos momentos podrían mejorar mi
comentario. Aquí lo dejo como un HOMENAJE a mi Dulce y Bella Madre. De Mario
Rueda Palma.